Rosario de Adviento


Resultado de imagen para rosario de adviento

ORACIONES PARA ANTES DEL ROSARIO
Nos hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia del señor, Rezamos el Pésame y el Credo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén

VEN ESPIRITU SANTO

Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón inmaculado de María tu amadísima esposa.

PEDIMOS POR


La Virgen María nos pide rezar el Rosario Diariamente por las Siguientes intensiones:

Que el hombre se entregue totalmente a Dios y no deje pasar este momento tan especial.
Por la paz del Mundo.
Por la santificación de todos los sacerdotes del mundo, consagrados, religiosos y servidores, especialmente por los sacerdotes por la vida y los que forman parte de Red mundial cristiana de oración y Rosario Viviente Santa Filomena, el santo padre el Papa Francisco, por todos los sacerdotes y cardenales del mundo.
Por nuestras necesidades espirituales, materiales y físicas, por nuestra conversión y la de nuestras familias.
Por la conversión de todos los pecadores del mundo, en especial los que están a favor del aborto.
Por todos los niños del mundo para que Dios les conserve su pureza e inocencia.
Por los maltratados, especialmente los niños maltratados.
Por todos los secuestrados del mundo y sus familias.
Por todas las familias del mundo, por la paz de los hogares y por los matrimonios en riesgo de separación.
Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Por todos los enfermos y por todos sus cuidadores y amigos, para que la fuerza del Espíritu Santo les ayude a sobrellevar la enfermedad.
Por todas las personas que sufren, por los pobres, los que se sienten solos y por todos los enfermos: para que con ayuda de la luz de Cristo encuentren las fuerzas para afrontar el sufrimiento y los demás sepamos acompañarlos.
Por todos los cristianos perseguidos en todo el mundo.
Por las almas más abandonadas y olvidadas a las cuales nadie recuerda.
Por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia, el eterno descanso de las almas del purgatorio.
Por la paz en Tierra Santa, en todos nuestros países y en todo el mundo.
Por todas las personas que rezan esta oración, por sus necesidades personales, físicas y espirituales.
Por nuestros hermanos, los que no creen. Por los que dudan. Para que estas 365 oportunidades transformadas en días, sean la oportunidad para mover sus corazones indiferentes y busquen a Dios.

SEÑAL DE LA CRUZ

Por la señal dela Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Nos ponemos en Presencia de Dios y para que la oración llegue al cielo, pedimos humildemente perdón al señor por nuestras faltas.

Te pedimos Espíritu Santo, que nos inundes con tu amor y te hagas presente en nuestros corazones al rezar este hermoso Rosario a María.
Amén

SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

Amén

PÉSAME

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos;

antes querría haber muerto que haberle ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado.

Amén

PADRENUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Amén

3 AVEMARÍA

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén

Oración :

Santa María del Adviento, Modelo de la espera de Cristo, abandonada en la Palabra de Dios. Enséñanos a vivir en tensión de Adviento preparando la venida del Señor con una vida más intensa de sacramentos, de oración y de virtudes.

Santa María del Adviento: Tú eres modelo de amor a Dios y de amor a todos los hombres. Enséñanos cómo amar a Dios con todo nuestro ser y a todos los hombres como hermanos.

Santa María del Adviento que supiste esperar en medio de tanta contradicción. Enséñanos a saber esperar la celebración gozosa de la Navidad y a vivir preparados para la segunda venida de Cristo. Te lo pedimos renovando nuestro compromiso del rezo y meditación de los misterios de tu Hijo en el Rosario.-


ORACIÓN:

Maria, eres nuestra Madre, y sabemos que eres la mejor de las madres, porque eres la misma madre que JESUS se formo  para si. Gracias porque nos diste a JESUS, gracias porque compartiste sus dolores para nuestra salvación. Gracias por tus ejemplos, por tu humildad, por tu pobreza, por tu silencio.

Gracias porque te has manifestado en distintos lugares del mundo,  nos quieres decir que estas con nosotros para socorrernos. Gracias porque nos acercas a Jesús y nos ayudas a seguir su camino, su verdad y vida..Amen.-

CON MARÍA.

¡Santa María del Adviento, Madre de la esperanza, Virgen del Rosario!
Enséñanos a dar entrada en nuestros corazones y en nuestra sociedad al reinado de Cristo.
Enséñanos a tener la mirada fija en Cristo, a conocerlo, amarlo e imitarlos, a dar testimonio valiente de nuestra fe.
Enséñanos a vivir en actitud de conversión pidiendo perdón en el Sacramento de la Penitencia y alimentados con el cuerpo y la sangre de tu Hijo en la Eucaristía
Enséñanos a mirar a Cristo con tu mirada en el rezo del Santo Rosario.

INTENCIONES :

-Para que tu luz nos haga salir de la oscuridad. ¡Ven, Señor, te esperamos!
-Para que tu presencia nos quite los temores. ¡Ven, Señor, te esperamos!
-Para que tus enseñanzas orienten nuestra vida. ¡Ven, Señor, te esperamos!
-Porque somos egoístas y orgullosos. ¡Señor, cambia nuestro corazón!
-Porque nos cuesta perdonar las ofensas. ¡Señor, cambia nuestro corazón!
-Porque somos envidiosos y celosos. ¡Señor, cambia nuestro corazón!
-Cuando el dolor nos golpea y nos cuesta levantarnos. ¡Señor, que no perdamos la alegría!
-Cuando sentimos que somos despreciados y maltratados. ¡Señor, que no perdamos la alegría!
-Cuando nos falta el trabajo y el pan de cada día. ¡Señor, que no perdamos la alegría!
-En los momento de dolor y angustia ¡Virgen María, danos a Jesús!
-En esta Navidad que estamos preparando en familia. ¡Virgen María, danos a Jesús!
-En los momentos en que sentimos la tentación de abandonar todo. ¡Virgen María, danos a Jesús!
-Por los momentos de dolor que nos ayudaste a superar. ¡Te damos gracias, Señor!
-Por los momentos de dolor que nos ayudaste a superar. ¡Te damos gracias, Señor!


Primer Misterio :
EL ANUNCIO DEL MESÍAS QUE VA A LLEGAR:

Saldrá un vástago del tronco de Jesé y un retoño de sus raíces
brotará
(Is 11, 1)

Meditamos: Querida Virgen María, tu eres modelo de SILENCIO, en ti la palabra de DIOS penetra profundamente, tu la meditas, la cumples y la guardas en lo más intimo de tu corazón. María que oyes al Señor, María que socorres a los necesitados, María que meditas la palabra ruega por nosotros en este adviento.-



TIEMPO DE ESPERA Y CONVERSIÓN

El tiempo de Adviento es un tiempo de espera activa en búsqueda del encuentro definitivo con el Señor Jesús. Espera activa que implica tener deseos de cambiar, de prepararse; es por eso que en este tiempo estamos llamados a la exigencia radical, a la conversión, al cambio de vida, a volver nuestros pasos al camino de Dios; llamados a la conversión que debe abarcar todo nuestro ser y que debe llevarnos a cambiar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones; poniéndolas en concordancia con la manera de pensar, sentir y actuar de Jesús.

PADRENUESTRO.-

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA.-

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA.-

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.

JACULATORIA

Madre de Dios y Madre nuestra: Tú eres reflejo excepcional de la bondad del Padre por la práctica heroica de las virtudes.

Enséñanos a reflejar la bondad del Padre en el amor a todos los hombres como hijos de Dios y hermanos nuestros. Enséñanos a vivir como familia de Dios.

¡Rey de la Gloria, hazte pequeño para que entres en mi pobre corazón!


Segundo Misterio
HAY QUE PREPARARSE PARA RECIBIR AL SEÑOR:

Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Todos verán
la salvación de Dios
¨
(Lc 3, 4-6)


Meditamos: María, Tu sabes implorar a tu Hijo, lo demostraste en las bodas de Cana, enséñanos a pedir. SIN DIOS NO PODEMOS VIVIR No sabemos confiar, nos falta fe, nos sentimos fríos, su presencia se nos hace lejana. Se nuestra Maestra guíanos. Madre de la oración enséñanos a rezar, Madre de la confianza danos fe, Madre de la Suplica enséñanos a pedir.-



LA ORACIÓN
El Adviento es tiempo de acercamiento sincero al Señor, quien está por venir y que a la vez ya está entre nosotros. Pero no podemos acercarnos a Él sino lo buscamos, sino estamos en constante tensión por ponernos en su presencia. La oración, personal y comunitaria, constituye un medio eficaz de búsqueda hacia un encuentro real con el Señor Jesús; mediante la escucha atenta, la meditación y la interiorización de su Palabra, lo que debe constituirse en una exigencia y necesidad en este tiempo de espera.


PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos
Amén

JACULATORIA

Madre de Dios y Madre nuestra: Tú eres reflejo excepcional de la bondad del Padre por la práctica heroica de las virtudes

Enséñanos a reflejar la bondad del Padre en el amor a todos los hombres como hijos de Dios y hermanos nuestros. Enséñanos a vivir como familia de Dios.

¡Rey de la Gloria, hazte pequeño para que entres en mi pobre corazón!


Tercer Misterio.
LA ALEGRÍA DEL DIOS QUE SE ACERCA:

Estén siempre alegres en el Señor, se lo repito, estén alegres.
El Señor está cerca
(Flp 4, 4-5).

Meditamos: Maria, alcánzanos con tus ruegos el consuelo y  el socorro del Espíritu Santo. El te preservo de todo mal, te fecundo, te condujo y te glorifico, que ese mismo  Espíritu de DIOS nos aliente en la esperanza, nos purifique  de todo pecado y nos resucite en el ultimo día.

Maria,  mujer del Espíritu alcánzanos el socorro del Espíritu  Santo, Maria templo del Espíritu, socórrenos con el don de  la pureza, Maria esposa del Espíritu, engendra a Jesús en  nuestras vidas.



LA PENITENCIA

Dios nos envía un Salvador, su propio Hijo. ¿Pero estamos realmente preparados para acogerlo y recibirlo en toda su dimensión? Pongamos todo de nuestra parte, por asumir, sin contemplaciones, durante este tiempo de espera todos los sufrimientos, problemas y dolores que encontramos en nuestro camino de santidad buscando ponernos en forma concreta, en la Cruz del Señor, viviendo estas dificultades en sentido oblativo, de sacrificio y entrega; mediante la penitencia, medio necesario de preparación y espera hacia un encuentro definitivo con el Señor Jesús.

PADRENUESTRO.-

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA.-

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA.-

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.

JACULATORIA

Madre de Dios y Madre nuestra: Tú eres reflejo excepcional de la bondad del Padre por la práctica heroica de las virtudes.
Enséñanos a reflejar la bondad del Padre en el amor a todos los hombres como hijos de Dios y hermanos nuestros. Enséñanos a vivir como familia de Dios.
¡Rey de la Gloria, hazte pequeño para que entres en mi pobre corazón!



Cuarto Misterio
EL EMMANUEL PROMETIDO VA A NACER:

“La virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán por
nombre Emmanuel

(Is 7,14)

Meditamos: Maria, Madre de Jesús y Madre nuestra, cuando el mensajero de DIOS te pidió tu consentimiento para ser la  Madre del Salvador, te saludo reverente, llamándote  “llena de gracia”. Aceptaste la gloria de tu maternidad, sabiendo de antemano que se trocaría en dolorosa espada, Danos tu fortaleza para vivir nuestra vocación danos tu generoso espíritu de servicio al visitar a Santa  Isabel..Maria prepara nuestro camino a vivir el evangelio, Maria Bendice la obra misionera de la Iglesia, Maria bendice  las vocaciones.-


LA CARIDAD

La caridad, se nos presenta como un excelente medio de espera y conversión en el tiempo de Adviento; ya que sólo a través de nuestra comunión de amor con el Señor, estaremos en condiciones de amar realmente a nuestros hermanos y de practicar la verdadera caridad con ellos.

La caridad debe llevarnos durante este tiempo expresarla concretamente a través de la atención de los más pobres y necesitados, buscando su promoción integral y radicalizando nuestra obligación de ser “guardianes del hermano” preocupándonos de colaborar con él para aliviar sus necesidades y problemas


PADRENUESTRO.-

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA.-

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA.-

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.

JACULATORIA

Madre de Dios y Madre nuestra: Tú eres reflejo excepcional de la bondad del Padre por la práctica heroica de las virtudes.

Enséñanos a reflejar la bondad del Padre en el amor a todos los hombres como hijos de Dios y hermanos nuestros. Enséñanos a vivir como familia de Dios.

¡Rey de la Gloria, hazte pequeño para que entres en mi pobre corazón!


Quinto Misterio
LA PROMESA SE HACE REALIDAD:
Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor
(cf Is.9, 5)

Meditamos:
El camino del adviento la Iglesia nos hace  meditar sobre la próxima llegada de JESUS. Acoja el Divino niño que va a nacer, nuestras pobres y débiles plegarias  que  en estos días santos rezaremos con fe más viva. haga el Divino Niño descender un poco de roció celestial a los corazones de las almas afligidas, alivie a los enfermos  y nos aliente a todos a seguir rezando todos por todos. María Madre de la Iglesia, que seamos fieles a ella, María Nuestra Señora del adviento, fortalece nuestra esperanza.-


MARÍA NOS EDUCA EN LA ESPERA

María, con su “Fiat”, acepta ser la Madre de Dios y al hacerlo dirige todo su esfuerzo por cumplir a cabalidad tal misión y espera ansiosa aquel momento de máxima felicidad, como es el nacimiento del Señor Jesús; pero esta espera de la Madre no es una espera pasiva, sino por el contrario es una espera activa, demostrada en las acciones de Santa María durante la visita a su prima Isabel.

Reflexionemos sobre nuestra actitud de espera de la llegada de Jesús y dejémonos educar por María en la espera paciente y activa.

PADRENUESTRO.-

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA.-

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA.-

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.

Amén.

JACULATORIA

Madre de Dios y Madre nuestra: Tú eres reflejo excepcional de la bondad del Padre por la práctica heroica de las virtudes.

Enséñanos a reflejar la bondad del Padre en el amor a todos los hombres como hijos de Dios y hermanos nuestros. Enséñanos a vivir como familia de Dios.

¡Rey de la Gloria, hazte pequeño para que entres en mi pobre corazón!



SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

OREMOS.-
Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo;
concédenos que, pues celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén

ORACIONES DESPUÉS DEL ROSARIO.-
Al terminar este Santo Rosario a nuestra Madre María, Rezamos por las intenciones del Santo Padre y en reparación a las Ofensas al Sagrado Corazón de Jesús y para Ganar las Santas Indulgencias Plenarias.

PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

3 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén

Imagen relacionada

LETANIAS DEL ADVIENTO

Señor, ten piedad de nosotros…………..…Ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros…………..…Ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos…………..…Ten piedad de nosotros.
Cristo, escúchanos…………..…Ten piedad de nosotros.

Dios Padre Celestial…………..…Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo…………..…Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo…………..…Ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa que eres un solo Dios.…………..…Ten piedad de nosotros.

Emmanuel anunciado por los profetas……. Ven, Señor, no tardes.
Luz que ilumina a los que caminan en las tinieblas ……. Ven, Señor, no tardes.
Alegría y gozo de los pobres y afligidos……. Ven, Señor, no tardes.
Niño que nos ha nacido como presencia de Dios entre nosotros ……. Ven, Señor, no tardes.
Maravilla de Consejero ……. Ven, Señor, no tardes.
Dios fuerte……. Ven, Señor, no tardes.
Príncipe de la paz ……. Ven, Señor, no tardes.
Hijo de David ……. Ven, Señor, no tardes.
Germen justo de David ……. Ven, Señor, no tardes.
Retoño de Jesé ……. Ven, Señor, no tardes.
Señor, justicia nuestra……. Ven, Señor, no tardes.
Rey prudente ……. Ven, Señor, no tardes.
Mesías de Dios……. Ven, Señor, no tardes.
Señor que has de venir……. Ven, Señor, no tardes.
Esperanza de los que sufren……. Ven, Señor, no tardes.
Salvador nuestro……. Ven, Señor, no tardes.
Consolador del pueblo afligido ……. Ven, Señor, no tardes.
Sabiduría de Dios ……. Ven, Señor, no tardes.
Rocío celestial engendrado por el Padre ……. Ven, Señor, no tardes.
Mesías derramado sobre el mundo desde las nubes del cielo ……. Ven, Señor, no tardes.
Pastor de Israel……. Ven, Señor, no tardes.
Llave de David y cetro de la casa de Israel……. Ven, Señor, no tardes.
Sol que naces de lo alto……. Ven, Señor, no tardes.
Rey de las naciones y deseado de los pueblos ……. Ven, Señor, no tardes.
Pastor amoroso que cuidas de las ovejas enfermas ……. Ven, Señor, no tardes.
Redentor nuestro……. Ven, Señor, no tardes.
Salvación de Dios para los hombres ……. Ven, Señor, no tardes.
Rey de la gloria ……. Ven, Señor, no tardes.
Mensajero de Dios ……. Ven, Señor, no tardes.
Hijo del Dios Altísimo ……. Ven, Señor, no tardes.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo ……. Ven, Señor, no tardes.
Salvador prometido por el Padre ……. Ven, Señor, no tardes.
Mesías que vino al mundo y nació en Belén ……. Ven, Señor, no tardes.
Palabra de Dios hecha carne.……. Ven, Señor, no tardes.
Palabra de Dios que puso su morada entre nosotros. ……. Ven, Señor, no tardes.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo….perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo….escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo….ten piedad de nosotros

Oremos:

Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos
al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de
este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos
participar plenamente de su vida. Por Nuestro Señor Jesucristro Nuestro Señor Amen

Resultado de imagen para Santa María del Adviento

Santa María del Adviento.

La Virgen-Madre nos invita a mirar al Cielo. Aprendamos de Ella a recorrer la senda de la fidelidad en el amor.
Te confiamos, Madre, el camino del Adviento que ha de culminar en el gozo de la Navidad. Te confiamos nuestra vida, camino de Adviento que ha de culminar en el Cielo.
¡Oh Dios que brille tu Rostro sobre nosotros!
¡María, que esperemos en tu compañía a Jesús que viene!
¡Juan, voz del desierto, grita a mi corazón que Jesús está cerca!
¡Ven Señor, no tardes!
¡Luz de los pueblos, ven a iluminar mi patria!
¡Rey de la Gloria, hazte pequeño para que entres en mi pobre corazón!
¡Jesús, José y María, caminad hasta el pesebre de mi alma!
¡Brilla, Señor, en las tinieblas de este mundo!
¡Dame Señor un corazón que ame!
¡Dulce Madre, quiero esperar contigo, amar contigo, soñar contigo, que Jesús ya viene!


NUEVE BENDICIONES DE ADVIENTO 
A LA VIRGEN MARÍA

1.¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

2. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros pechos virginales, con cuya leche se alimentó el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

3. ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo en que reposó y durmió dulcemente el hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

4. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros santísimos brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

5. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditas vuestras hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

6. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros ojos virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

7. Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros oídos castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

8. Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos ósculos en el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amé

9. ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendita vuestra lengua angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


Oración a la Virgen María del Adviento

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena felicidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.
Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver e El, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el Sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma. Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos Sacramentos, que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.

¡Bendita Tú eres…!

Porque creíste en la Palabra del Señor,.......¡Bendita Tú eres…!
Porque esperaste en sus promesas,.......¡Bendita Tú eres…!
Porque fuiste perfecta en el amor........¡Bendita Tú eres…!
Por tu caridad premurosa con Isabel,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu bondad materna en Belén,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu fortaleza en la persecución,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu vida sencilla en Nazaret,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu intercesión en Caná,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu presencia maternal junto a la Cruz,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu fidelidad en la espera de la Resurrección,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu oración asidua en Pentecostés........¡Bendita Tú eres…!
Por la gloria de tu Asunción a los cielos,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu maternal protección sobre la Iglesia,.......¡Bendita Tú eres…!
Por tu constante intercesión por toda la humanidad........¡Bendita Tú eres…!

Resultado de imagen para Santa María del Adviento

ORACIÓN FINAL
La Virgen del Adviento nos ayuda a convertirnos en verdaderos hijos de la espera, que esperan todo de Él y no se desaniman de ser pequeños, antes bien se hacen audaces y se lanzan a la aventura de la amistad y de la colaboración con Jesús.

“María está ante nosotros como signo de consuelo, de aliento y de esperanza. Se dirige a nosotros, diciendo: “Ten la valentía de osar con Dios. Prueba. No tengas miedo de él. Ten la valentía de arriesgar con la fe. Ten la valentía de arriesgar con la bondad. Ten la valentía de arriesgar con el corazón puro. Comprométete con Dios; y entonces verás que precisamente así tu vida se ensancha y se ilumina, y no resulta aburrida, sino llena de infinitas sorpresas, porque la bondad infinita de Dios no se agota jamás”.

Dios Fiel y misericordioso, que desde la eternidad predestinaste a tu Hijo y en la aurora de los tiempos elegiste a María como Madre suya: te rogamos que por su intercesión sepamos responder día a día al designio que te has formado sobre nosotros.

Ave maría purísim
Sin pecado concebida. Amén

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Damos por finalizado el Santo Rosario, por la cadena de Oración, Amor y Fe

Gracias Familia del Santo Rosario, Red mundial cristiana de oración, Rosario Viviente Universal santa Filomena y sus casas Misioneras en todo el mundo.

A todos los que día a día nos acompañan Voluntariamente en este Maravilloso apostolado. También a Todos los que quisieran estar acá y por sus motivos no están, por los que están enfermos, por todos los administradores y Creadores de los grupos adheridos, por los oyentes y por todos aquellos que nos acompañan en silencio y de Espíritu.

Que la bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre todos nosotros y nuestras familias y nos acompañe siempre. Amén.